La narración y sus elementos
¿Alguna vez te has preguntado cómo contar una buena historia? Hoy aprenderemos los elementos esenciales que la hacen memorable.
Definición
Como ya es frecuente para nosotros, empezaremos por la definición ya que necesitamos saber con certeza de qué estamos hablando cuando utilizamos la palabra “narración”.
La narración es un modo de organización del discurso que suele tener la función de contar historias. Estas pueden ser sobre uno mismo o sobre otras personas, así como ficcionales o no ficcionales.
La narración como modo discursivo es usada por las personas en la vida cotidiana y tanto su utilización como en la manera de estructurarla la hemos ido interiorizando a lo largo del tiempo.
Esto puede entenderse desde dos puntos de vista:
- A lo largo del tiempo de nuestra vida como individuos.
- A lo largo del tiempo de las sociedades.
Comprensión e Interpretación
Para entender los usos que puede tener la narración como modo discursivo es importante conocer los procesos de comprensión e interpretación.
Comprender tiene que ver con entender la totalidad del sentido de algo e interpretar está relacionado con explicar o declarar el sentido de algo. Ambos son parte de un mismo continuum que permite la lectura, en sentido amplio, y entendimiento de una narración. Esto lo puedes ver en la siguiente imagen:
Usos de la narración
Con base en el proceso circular de interpretación y comprensión la narración puede tener varios usos, a saber:
- Nos ayuda a entender fenómenos que están fuera de nuestro conocimiento.
- Nos facilita entender la complejidad de situaciones que de otra manera no lo hubiéramos hecho.
- Nos permite entender nuestra vida y la de los demás.
“En la vida cotidiana narramos para informar, echar chisme, para argumentar, para divertir, para entretener…”
Elementos de una narración
La narración como todos los modos discursivos tiene una estructura interna que la caracteriza. La estructura interna sobre la que se erigen la mayoría de las narraciones contiene los siguientes elementos:
1. Temporalidad: existe una sucesión de acontecimientos en un tiempo que transcurre, que avanza.
2. Unidad temática: esta unidad se garantiza por, al menos, un Sujeto-Actor, ya sea animado o inanimado, individual o colectivo, agente o paciente.
3. Transformación: los estados o predicados cambian, por ejemplo, de tristeza a alegría, de desgracia a felicidad, de plenitud a vacío, de pobreza a riqueza, etc.
4. Unidad de acción: existe un proceso integrador. A partir de una situación inicial se llega a una situación final. Se refiere a lo que solemos conocer como inicio, nudo y desenlace.
5. Causalidad: hay intriga, que se crea a través de las relaciones causales entre los acontecimientos. Es decir un acontecimiento desencadena otra serie de acontecimientos y así sucesivamente.
En síntesis…
Toda narración se construye sobre una estructura interna que contiene los siguientes elementos: Temporalidad, Unidad temática, Transformación, Unidad de acción y Causalidad. Es posible que algunos de los elementos en la narración no sea explícito, por ejemplo, la temporalidad. Muchas veces como lectores, oyentes o interlocutores nos toca inferir la temporalidad de los acontecimientos en una narración.
Se necesitan sujetos-actores alrededor de los cuales giren las acciones o acontecimientos principales. Cada acontecimiento o acción tiene consecuencias y está relacionado causalmente con otro posterior o anterior.
En la vida cotidiana, aunque no seamos conscientes de estos elementos los utilizamos en nuestras narraciones.